El Vigía, España
El balance que realizamos desde nuestro Colegio de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros de Tarragona (Coacat) del último año a nivel de gestión y cooperación con los estamentos aduaneros y para-aduaneros de nuestra provincia es muy positivo. Nuestro colectivo dispone de unos interlocutores que, por sus años de experiencia en el sector aduanero, cuentan con la máxima facilidad de entendimiento, y así lo demuestran en nuestro territorio a las autoridades aduaneras en la comprensión y aplicación al planteamiento de nuestros problemas, entendiendo que las interpretaciones del CAU, que nos toca ya tener en plena aplicación, son variadas y distintas en comparación con otras administraciones de aduanas.
Por ello, es destacable el valor que aporta el profesional de aduanas en las interpretaciones de los reglamentos. En este sentido, nuestro balance es positivo, a pesar de ciertas discrepancias con algunas interpretaciones, como no podría ser de otra forma. En cualquier caso, el resultado es satisfactorio, tanto para la realización de las gestiones aduaneras que en toda medida repercuten en el cliente final como a nivel de importación o de exportación.
En comparación con otras regiones, nuestro colectivo no es muy grande, pero también es cierto que todos los que son y están en plena función de su ejercicio activo están certificados como OEA (Operador Económico Autorizado), figura vital para el desarrollo de una buena gestión aduanera. Los retos que el Coacat se plantea en el enclave catalán, que ocupa el cuarto puesto por volumen de actividad de nuestro país, son los mismos que nos planteamos a nivel nacional. De máxima profesionalidad y rigor.
Entre los retos de futuro que plantea nuestro colectivo destacan la ampliación de actuaciones para gestión aduanera en otros Estados miembros o la ampliación de actuaciones aduaneras en caso de un Brexit duro con la UE. Este último punto conllevará estar a la altura para la realización de servicios sin que los flujos comerciales se vean paralizados, sin dejar al margen los niveles de control tanto sanitarios, donde se amplían a los productos ecológicos cada vez más demandados por el consumo en general, y así como su control de calidad.